Juventud Unida festejó en los penales
En los 90 minutos reglamentarios, el Decano y Unión del Suburbio empataron 1-1 y, desde los doce pasos, se impuso el conjunto albiceleste por 3-1, para quedarse con la Copa Gualeguaychú.
En la noche del miércoles, en el Estadio Municipal, se jugó la final de la novena edición de la Copa Gualeguaychú, que este año llevó el nombre de “Mario Raffart”, el implacable goleador que dio el fútbol de la ciudad y que brilló en Universidad Católica de Ecuador en sus años mozos.
El partido decisivo entre Juventud Unida y Unión del Suburbio se jugó con un marco imponente de las dos hinchadas. La gente de Villa María copó la tribuna a espaldas de calle Santa Fe y la parcialidad decana y los neutrales colmaron la tribuna techada y sus alrededores.
El trámite de juego tuvo un ritmo frenético e intenso durante casi los 90 minutos. Ambos aflojaron muy poco y hasta el pitazo final del árbitro Brian Páez, de desapercibida labor, los dos quisieron ganarlo en los 90’.
En el primer tiempo, Juventud fue muy superior a partir de la calidad técnica de sus futbolistas y la preparación física con la que cuenta, que está un escalón por encima de la mayoría de los equipos del fútbol local, por no decir casi todos.
Pero Unión le planteó un partido inteligente, no le concedió espacios y mordió en todos los sectores de la cancha, a tal punto que las más claras que tuvo el Decano fueron de disparos de media distancia.
En el segundo tiempo, el arquero de Unión, Isaías Zapata, pequeño de estatura, pero con reflejos de un gigante, le tapó abajo y a un costado el primer remate franco al arco del match, en la derecha de Guillermo Aguilar, antes del minuto de juego.
Unión arriesgó un poco más en ataque, pero sin descuidar el solido trabajo defensivo y a los 9, en una jugada aislada, tuvo su premio. Nahuel Suárez recibió dentro del área volcado a la derecha, se tomó un segundo, enganchó hacía adentro y sacó un zurdazo al primer palo, para hacer delirar al pueblo auriverde, con el 1-0.
Juventud continuó con la iniciativa, pero le costó vulnerar a una muy ordenada última línea de Unión, con un buen trabajo de la dupla central conformada por Leandro García y el experimentado Andrés Villarreal.
Las flaquezas que mostró el equipo de Villa María fueron en las pelotas paradas, donde primero Aryan Benítez recibió sólo en área chica y no la calzó bien, por eso dio en el palo. Mientras que, a los 15, un centro encontró una floja respuesta de Unión y Franco Díaz se la llevó de atropellada y con algo de suspenso puso el merecido 1-1.
Después de ahí, el dominio de Juventud no fue tan abrumador, aunque fue el que tuvo más claridad con la pelota. Sin embargo, a los 28’ el Decano se quedó con diez por la roja directa de Nicolás Trejo, que a criterio del colegiado Brian Páez impactó con el brazo extendido sobre el rostro de Suárez.
Unión no supo -o no quiso- aprovechar el hombre de más y tomar riesgos en ataque. Aunque los últimos minutos, fueron de ida de vuelta, aunque sin remates peligrosos sobre los arcos y con demasiados centros a las áreas.
Con los cambios, Juventud renovó el aire y tuvo piernas frescas para llevarse el triunfo en el final, pero los de Villa María equilibraron el trámite de juego con mucha garra y corazón, pese al gran desgate físico que había hecho.
El entrenador Nicolás Petrucelli hizo apenas dos cambios en los 90’ y en tiempo adicionado al reglamentario dispuso el ingreso del experimentado Gustavo Gallay por Zapata en el arco, pensando en la definición por penales.
Sin embargo, al cuerpo técnico auriverde no le funcionó esa estrategia, que puso de moda en el Mundial de Brasil 2014 el seleccionado de Holanda, porque Juventud Unida tuvo 100 por ciento de efectividad y un gran aporte del arquero gualeyo Giovanni Benedetti, quien contuvo dos remates.
Santiago Benítez, Federico Vera y Daniel Acosta convirtieron en la tanda de penales para Juventud, mientras que Benedetti se quedó con los disparos de Jonathan Carboni y Diego Benítez para sellar el triunfo por 3-1. Previamente Claudio Díaz malogró su penal y Nahuel Suárez anotó el único tanto de Unión del Suburbio desde los doce pasos.
Por segunda vez en la historia, la Copa Gualeguaychú se va para las vitrinas de la entidad de calle Alsina, que repite el título conseguido en 2022, cuando por la misma vía superó en la final a Deportivo Urdinarrain.
Fuente: Pablo Díaz – www. eldiaonline.com